Historias de terror para Halloween: La dama de blanco
Historias de terror para Halloween: La dama de blanco
Es una leyenda parecida a la anterior, y también está extendida por todo el mundo. En ella, una mujer vestida de blanco aparece durante un breve periodo de tiempo en alguna zona rural. Su historia suele estar relacionada con alguna tragedia de carácter local. Son mujeres que han perdido a hijos, maridos o han sido víctimas de una traición y su espíritu vaga sin descanso clamando venganza.
En el medievo, cuando esta fantasmagórica figura aparecía significaba que alguien cercano, de la familia o del vecindario, iba a morir. En la tradición inglesa, la Dama de Blanco custodiaba un tesoro, pero murió repentinamente, antes de que pudiera revelarle a nadie dónde se hallaba escondido. Cuentan que en el siglo XIX la dama blanca se apareció hasta tres veces al hijo de los dueños del castillo de Blenkinsopp en Northumbria, pero es cierto que en esa parte de Inglaterra todos los castillos tienen sus leyendas de fantasmas. La dama Blanca en Gales también guarda un tesoro. Cuando un hombre tuvo el valor de acercarse a ella, le recompensó con la mitad. En su avaricia, él se lo llevó todo, pero la Dama de Blanco reaccionó, y con sus poderes sobrenaturales, mató al codicioso abusón.
En la capital madrileña también hay una dama de blanco que, noctámbula y sin asomo de vértigo, se pasea de noche por el techo de la casa de las Siete Chimeneas en la Plaza del Rey. Se trata de Elena, hija de un montero de Felipe II y supuesta amante del rey que pereció en extrañas circunstancias y que, según varios testigos, sigue deambulando por la villa y corte. Pero por las alturas.
Leyendas urbanas para Halloween: Los suicidios de Pokémon
En marzo de 1996, tras el lanzamiento de Pokémon Rojo y Verde 1.0, en Japón se dieron 104 suicidios de niños entre 10 y 15 años. Algunos se ahorcaron, otros se arrojaron al vacío desde altos edificios, los hubo que se cortaron las venas. ¿Qué tenían todos en común? Todos ellos, según sus padres, estaban enganchados al juego. Se desencadenó el rumor de que escuchar la música del Pueblo Lavanda incitaba a los menores al suicidio. Según esta leyenda urbana, ritmos binaurales de tono alto afectaban al cerebro de los niños, aunque, como sucede con el test del mosquito, los adultos eran inmunes a esa frecuencia. Alguien se inventó una enfermedad, "el Síndrome del Pueblo Lavanda", que inducía a los niños al suicidio. La leyenda se disparó por las redes, amenizada con todo tipo de especulaciones, como el peligro inminente de los cartuchos de juego que todavía circulaban por el mundo, responsables directos de las muertes. Se habló mucho del suicidio de uno de los programadores, Chiro Miura, y del macabro legado que dejó.
El problema de los suicidios juveniles en Japón poco tiene que ver con los videojuegos y mucho con las gran presión que sufren los adolescentes: el temor al fracaso escolar es tan acuciante que la angustia juvenil que se da en cualquier cultura se convierte aquí en obsesión y terror.